Al final del segundo trimestre se exhibe un cambio marcado en la tendencia de la economía. Los indicadores vuelven a jugar a favor del gobierno y parecieran irónicamente darle una respuesta a opositores que desean que las cosas empeoren para las elecciones. El campo, la industria, el mercado interno y Brasil, con las Inversiones en infraestructura, juegan a favor del modelo ante las próximas elecciones.
Al
promediar Junio la economía argentina exhibe una saludable evolución en
sintonía con la tendencia histórica, localizada en las antípodas de los presagios
realizados por los voceros más proclives a la defensa de los pronósticos
opositores.
Después de
un 2012 con una reducida tasa de crecimiento del PIB con relación al promedio
2003/2011(1.9% contra 7.6%), y con la existencia de fuertes erogaciones
expresadas en remesas por pagos de vencimiento de deudas por encima de los 7000
millones de dólares (Boden y Multilaterales), por el contrario, en el 2013
parece y a esta altura de los tiempos, que comienzan a soplar otros vientos
positivos y con perspectivas de consolidar nuevas tendencias.
En primer lugar, en el primer trimestre la economía tuvo una
recuperación de la actividad económica en el orden del 2.7% En segundo término,
con meses de fuerte impacto de la recuperación de la agricultura y de la
industria ligada a ella, como también de los servicios que se agilizan por la
cosecha gruesa. Hoy se estima que la actividad exhibirá un crecimiento del producto
medido año contra año del orden del 3,6/3.8% y, con esa tendencia tendríamos
para el tercer trimestre un crecimiento estimado cercano al 4% o algo más para
fin del año 2013.
Esta
evolución que empieza a proyectarse en el primer semestre está explicada
por la evolución de la demanda en el mercado interno, la expectativa de
una producción de más de 100 millones de toneladas de granos, una expansión
industrial liderada por el aumento de las ventas en el mercado interno y
externo de automóviles (las expo de este rubro a Brasil se incrementaron en el
período en mayo de 2013 con relación al 2012, más del 70%), y las inversiones
en obras públicas y viviendas cuyo punto más alto veremos en el tercer
trimestre.
Ese escenario
hace también pronosticar un vuelta a una tasa de desempleo del 7% y un aumento
del consumo interno movilizado por los recursos de los aumentos salariales, los
de las jubilaciones, la AUH (asignación universal por hijo) y por los sistemas
de pensiones adicionadas a los aumentos anteriores. Estimaciones privadas suman
unos 110 mil millones de pesos en conjunto para los beneficios por el aumento
de retribuciones adicionales incluyendo las subas salariales cercanas a un
promedio del 22/23%, aumentos en las jubilaciones y pensiones y el también
proceso de mejora recientemente decidido por la presidenta CFK de la AUH antes
mencionado.
Si en el
reciente proceso de Exteriorización de Capitales se produjera un ingreso de
capitales en dólares líquidos del mismo nivel o similar al anterior decidido en
2009, las cifras del sector externo dotarán de mejores números a las reservas y
eso ayudará a domesticar el mercado paralelo dando un estímulo al gobierno muy
importante frente a las elecciones de Octubre.
Si las proporciones
fueran igualmente del orden del 45% como fue en aquella oportunidad para
inversiones en viviendas o desarrollo inmobiliario, esos fondos junto a la
construcción hoy en curso, más el ingreso de recursos a YPF, le sumaría medio
punto adicional al PIB, con la consecuente consolidación de producción y
trabajo que la época parece recuperar y consolidar.
El 2013,
como fue en 2010, será un año de recuperación y de avance, siempre que estos
datos creen estímulos para focalizar políticas macro que apunten a un retroceso
de la tasa de inflación y de estabilización cambiaria.