jueves, 7 de marzo de 2013

FONDOS BUITRES. UN ESCENARIO EXTERNO QUE SIEMPRE NOS FAVORECERA


EL LITIGIO CON LOS FONDOS BUITRES, FB, ABRIÓ UNA OPORTUNIDAD QUE EL MUNDO ANTES VIVIÓ EN OTRAS EXPERIENCIAS. ARGENTINA EN ESTA OCASIÓN, DIRECTA O INDIRECTAMENTE, APOYADA POR SOCIOS TRANSITORIOS Y COMBATIDA POR INTERESES INTERNOS QUE DEJAN AL DESCUBIERTO SU CODICIA SE ALEJA DEL RIESGO GLOBAL.

Cerrar el capítulo de la situación que Argentina tiene soberanamente frente a los Fondos Buitres es uno de los últimos pasos para dejar atrás las consecuencias de años de deudas defaulteadas y políticas económicas que el mundo emergente y exitoso deja hoy a sus espaldas.
Argentina tiene aún un  fuerte debate en los estrados judiciales de EEUU, soberanía jurídica que escogió en su momento la pléyade de funcionarios locales que eligieron ese mundo para endeudarnos sin límites desde la dictadura hasta la colapsada democracia cuya implosión ocurrió en el 2001.
Hoy Argentina tiene más aliados de los imaginables, muchos de ellos distantes de las políticas económicas domésticas que afuera les cuesta aceptar pero que internamente han dado frutos innegables.
Los trámites de esa negociación en camino cada día son más jurídicos e institucionales (incluyendo los financieros), que económicos.
Argentina tiene mucho por ganar si se diera un escenario semejante a la negociación peruana del 2000 y la de Nicaragua casi 10 años más tarde.
Los datos disponibles de la controversia llevan a clarificar muchos temas, insólitamente desdibujados por el debate local, cuyos actores (salvo rarísimas excepciones) parecen jugar a una derrota de Argentina para castigar al gobierno, como si la deuda fuera de esta administración y no del Estado que la tomó y luego con su Congreso la defaulteó.
Paradójicamente muchos funcionarios y parlamentarios que ocuparon prominentes cargos en el pasado opinan sobre los senderos que se siguen cuando fueron arquitectos del descalabro por acción o negligencia. Y otros, claramente están movidos por intereses personales o corporativos de su trabajo profesional cuando no de sus proyecciones políticas de bajo vuelo.
¿Por qué Argentina no puede retroceder frente a la amenaza de un fallo como el del Juez Thomas Griesa y debe litigar hasta que la Justicia ponga de última ratio en orden las relaciones?
1.     Porque si Argentina retrocede ante los Fondos Buitre desmorona toda su estrategia de negociación de desendeudamiento de siete años iniciada por  el gobierno de Néstor Kirchner en el 2005 y continuada con un segundo canje en el 2010 por Cristina Fernández de Kirchner y mantenida hasta hoy.
2.     Retroceder sería así mismo poner en riesgo la continuidad del modelo económico y generar un altísimo problema en el mercado de capitales internacional, siendo esa consecuencia la que será juzgada antes que las consecuencias de profundizar la disputa con los holdouts.
3.     Negociar en condiciones dóciles ante jugadores especulativos profesionalizados sería poner en un pié de igualdad a los bonistas individuales que ingresaron a alguno de los dos canjes con los Fondos Buitre, que he llamado la patria financiera internacional. Los especuladores lograrían  someter leyes y tratados imponiendo el paroxismo de la especulación frente a los esfuerzos realizados para pagar una catástrofe generada por erradas políticas anteriores.
4.     Seria asimismo darle entidad en el marco del debate internacional a actores repudiados en privado y en público por los gobiernos soberanos, pero cuyos intereses cruzados e interrelacionados hacen difícil aún someterlos a un juicio severo que siente precedentes para evitar que extrapolen acciones sobre naciones hoy debilitadas por la crisis mundial (Grecia, España, Portugal, ¿Italia?)
Por último, aún faltando un mes para que el plazo que le otorgó la corte norteamericana a la Argentina se venza, ya se especula sobre una apelación de una de las dos partes involucradas. 
Si el tribunal de segunda instancia rechaza el plan de pago de la Argentina y le obliga pagar el 100% a los holdouts, el país lo rechazaría  apelando a una tercera instancia definitiva. El Banco de Nueva York, BONY, que a grandes rasgos es el encargado de recibir el dinero de Argentina para luego depositarlo en las cuentas de los bonistas, es aliado legal de la Argentina gracias al fallo del juez Thomas Griesa (primera instancia), también se vería afectado por esta decisión, lo que implicaría volver todo a cero y "destruir al estado de Nueva York como plaza para reestructuraciones de deuda" demoliendo "80 años de negocios de fideicomisos de Wall Street". Como bien lo explica Carlos Burgueño (@cburgueno) en su nota: “Esperanza: que la corte niegue una apelación buitre”.
En el caso que la decisión de los magistrados favorezca a la Argentina, aceptando un posible tercer canje (propuesta que todavía debe ser aprobada por CFK previo a ser presentada ante el tribunal), serían los fondos buitre los que apelarían buscando la alternativa de la Corte, lo que sería difícil al no encontrarse una ley federal violada, como sí lo habría en el caso del BONY.
Por lo tanto, si los magistrados la Sala que lleva en la Cámara de Apelaciones Reena Raggi, Rosemary Pooler y David Boies aceptan la propuesta Argentina, es posible que el juicio termine en esa instancia, ya que podría cerrarse la alternativa de apelación impidiéndole a los fondos buitre llegar a la Corte Suprema puesto que se estaría violando una ley federal de EE.UU., mientras que en el caso opuesto, no. 
Por lo anterior, mientras más inflexible sea Argentina en términos relativos, menos margen de maniobra jurídica tiene los FB para lograr éxitos en un su propia salsa.

Si la Sala que lleva el tema de los FB que litigan contra la Argentina fallara en contra de nuestro país, disparará al menos dos grandes incertidumbres que tarde o temprano repercutirán sobre Wall Street y la plaza norteamericana. En primer lugar, los aspectos subjetivos del derecho que serán usados para ese fallo pasarán más pronto que tarde a ser más relevantes que la tradición de los mercados y su protección institucional ante escenarios de default. La “plaza local de Manhattan” ingresa así a un territorio de baja o nula confiabilidad para el clima de negocios y la seguridad de las acciones entre partes.
Por otro lado, la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, salvo que las partes en litigio en la Cámara logre juntar al pleno de los 13 jueces, tendrá un trabajo adicional en este caso postergado por la segunda instancia y dejado a la buena de los sabios y eminentes miembros del máximo tribunal administrador de controversias o delitos de la todavía primera potencial del mundo. Un trabajito que tomará su tiempo.
Es paradójico que la presión a favor de una respuesta positiva para la Argentina por parte del tribunal, además de la fuerte presentación argentina, venga de parte del sistema financiero neoyorquino. De esta manera ese mundo financiero cuestionado ejerce un peso importante sobre las espaldas de los tres magistrados que deberán tomar la decisión final contemplando un posible malestar por parte de los distintos agentes de reestructuración de deuda de Wall Street, y por lo mismo, inclinando la balanza a una decisión favorable a la Argentina.

Finalmente entonces Argentina tiene una oportunidad que la Cámara abrió por el peso de las circunstancias, más pragmáticas que ideológicas. Los sectores que por los medios masivos o por sus expresiones institucionales juegan a la derrota argentina, lo hacen con preconceptos más que por seguridad. Mientras más fuerte sea la posición de defensa de lo realizado por el gobierno ante los acreedores internacionales in toto, más cercana es la probabilidad de defender exitosamente lo alcanzado.



1 comentario:

  1. Es una nota muy alentadora con mucha información Es buena saber q la estamos peleando y q no estamos solos como nos quieren hacer creer
    Me alegro q hayas armado blog El blog te sienta mejor q el tw Excelente material para callar a unos cuantos cipayos genuflexos Gracias

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